Muchas gracias Diario La Nación por esta nota! conversamos acerca de las mujeres y parejas que deciden tener mascotas en lugar de hijos. ¿Un nuevo modelo familiar?

https://www.lanacion.com.ar/2152828-las-petmoms-y-una-pregunta-de-las-nuevas-familias-hijos-o-mascotas
Es cierto que muchas mujeres o parejas jóvenes eligen tener mascota en lugar de hijos (o que posponen la mater paternidad y mientras tanto adoptan una mascota y la humanizan dandole un espacio de hijo)?
Si, efectivamente muchas parejas eligen tener mascotas postergando de algun modo la llegada de los hijos. La crianza de los hijos conlleva tiempo, esfuerzo, una inmensa responsabilidad para la que muchas personas solas o parejas jóvenes quizás no se sienten aun preparadas. Y la llegada de una mascota puede suplir, momentáneamente, el deseo de dar amor y de ir entrenando en las responsabilidades y los tiempos en función de lo que un tercer integrante en la familia necesite.
Si bien esto es beneficioso para todos, tanto para la mascota que recibe un hogar, amor, alimento y cuidados, y para la dueña o los dueños que mejoran su calidad de vida teniendo más tiempo al aire libre, socializan con otras personas en espacios compartidos con sus mascotas (plazas, parques, etc), y además, se benefician del amor y los juegos con el animal, lo cierto es que tenemos que lograr darle a nuestras mascotas el lugar que tienen y merecen, un animal en la familia es parte de nuestros seres más queridos, un pilar esencial, divertido e imprevisible entre nuestros afectos.
Son muchas las parejas que humanizan a sus mascotas dandoles el status de “hijos”, y esto puede ser divertido y tomado con humor, pero lo cierto es que cada uno de nosotros debe ocupar roles y jerarquías. Las mascotas han aprendido, a lo largo de los años, a interpretar nuestro riquísimo lenguaje no verbal. Nuestros gestos son captados por ellos con lo cual saben perfectamente si vas a salir, si estás triste, si querés que estén cerca, si necesitás estar sola, o si estás enojada. Esto muchas veces resuena en 3 palabras muy conocidas: “le falta hablar!, y no: no le falta, te habla! en su idioma no verbal puede expresarse perfectamente, por eso es que resulta fácil atribuirles características que parecieran ser humanas.
Algunos ejemplos y casos que le haya tocado tratar.
A los 21 años, Mariela se encontró con Galletita, una mestiza de border collie de 1 año que le movía la colita en la puerta del edificio. Le dio algo de comer y le dijo: “te subo unos días, pero después te busco otro hogar”. Nunca más se separaron. Mariela reorganizó sus horarios de la facultad, dejó materias, habló en su trabajo para hacer menos horas en la oficina y más horas de home office y para poder compartir más tiempo con la perra, y como el monoambiente que alquilaba les quedó un poco chico, con el tiempo pudo alquilar un departamento más grande con balcón, al que por supuesto, se mudó con Galletita. La vida, los horarios y los tiempos de Mariela comenzaron a girar en torno a su nueva mascota, y de a poco fue abandonando su vida social, sus salidas de sábado a la noche, sus escapadas de fin de semana con amigos, sus vacaciones en paises vecinos porque no conseguía quien le cuide a la perra y llegó a mi consultorio psicológico por primera vez, sumida en una profunda tristeza: “siento que humanicé tanto a la perra que dejé de estar con mis amigos de verdad”. Pudimos con tiempo, lograr que recuperara su vida social y se reinsertara en grupos a los que tenía muy abandonados, trabajando en su autoestima y en sus inseguridades. Por supuesto siguió relacionándose con Galletita pero desde un lugar mucho más saludable y positivo para las dos.
Por otro lado, Guillermo y Ana le festejaba los cumpleaños a Raul, su perro, con fiesta, invitados, torta…¡y gorrito de cumple!...pero cuando llegó su primer hijo, ese perro hiper mimado pasó de dormir arriba de la cama de sus dueños, a dormir en una cucha en el balcón, y de salir 4 o 5 veces por día con capita para la lluvia incluida, a hacer sus necesidades al lado de su cucha, en el balcón...lo que generó altos niveles de stress y una agresividad inmanejable para con el bebé, hasta que decidieron dar a Raul en adopción a una vecina porque era imposible la convivencia entre la familia y la mascota por los celos que manifestaba.
Qué destaca de esta situación. Cómo afecta la vida de estas mujeres. Por ejemplo si son solteras. O cuando tienen un bebe. O en la pareja.
Tener una mascota tiene múltiples beneficios, la vida social cambia porque te “obliga” a salir a pasear al animal al menos 3 veces al día, se incorpora una nueva rutina, horarios, responsabilidades y ocupaciones que no estaban, y eso puede generar una mejora en el estado de ánimo de una mujer sola o una pareja que no tiene hijos. Tener un animal entrena en obligaciones y aumenta la madurez tomando ocupaciones y un compromiso con un ser vivo. Sin embargo, también puede ser conflictivo. Para una pareja sin hijos que tiene un animal, pueden surgir algunas complicaciones cuando llega un bebé a casa, y ese animal totalmente humanizado ocupa ahora un rol secundario en la vida de los padres, y gran parte (casi toda, en realidad) de su atención y sus tiempos, van a estar en función del recién nacido, dejando de lado, muchas veces sin querer, la atención y los mimos a la mascota, lo que puede generar que el animal se vuelva agresivo principalmente con quien viene a ocupar su lugar en la “manada” familiar.
Qué aporta afectivamente el vinculo con la mascota. Algunos veterinarios estan en contra de lo que ellos llaman "humanizar" a la mascota porque no es bueno para los animales en cuanto a que después adoptan comportamientos inmanejables. ¿Cómo lo ve usted?
Descoloca a veces ver a nuestras amigas solteras hablando de sus mascotas como si fuesen sus hijos, pero lo cierto es que muchos animales suplen falencias y ocupan roles fundamentales en la vida de los seres humanos. Hay una hormona, la oxitocina, que corre por el torrente sanguíneo cuando estamos en contacto con los animales, y esa hormona es conocida por ser “la hormona del amor”. Para una persona sola, que llega a su casa con su mochila de logros y fracasos del día a cuestas, el feliz recibimiento de su mascota es una bocanada de aire fresco y energía que le permite sentirse querida y reconocida por alguien.
Humanizar a los animales, sin embargo, puede ser riesgoso. Algunos comportamientos pueden ser difíciles de manejar si no se pide asesoramiento a tiempo.
Por eso es fundamental dar y permitirse recibir el amor de las mascotas, pero también saber cual es el rol de cada uno, las funciones dentro de la familia y lograr que cada uno ocupe el lugar que le corresponde, de modo que cuando la situación cambie, por el motivo que fuera, ninguno de los miembros de la familia, animales incluidos, sufran altos niveles de stress y agotamiento emocional que les impidan adaptarse a las nuevas condiciones, y por el contrario, todos puedan disfrutar y transitar los cambios de la vida de la mejor manera posible, desde una mudanza hasta la llegada de un bebé.
Lic. Mariana Kersz
Psicóloga y Sexóloga
Hola@ClinicaDeParejas.com
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