Los mayores de 50 años también buscan pareja en las nuevas redes sociales y plataformas de contacto. Tinder, Facebook, Instagram, Happn, Badoo y otras se ponen en juego para esta generación que sigue apostando al amor en todas sus formas.
Te invito a leer mi colaboración para Lado H. en este link http://ladoh.com/lifestyle-konsciencia-elevada/el-amor-menos-pensado-los-de-50-y-pico-tambien-buscan-pareja-en-tinder o acá, a continuación:
¿El amor menos pensado? Los de 50 y pico también buscan pareja en Tinder
Enterate cómo son estos vínculos, la ansiedad y las diferentes emociones.
“Tengo 55 años. Estuve casada durante 15 años y me separé hace 6. Incursioné en algunos sitios como Tinder y Happn con la intención real de conocer a alguien especial, pero también con ganas de entretenerme. La verdad es que no se me ocurre otro lugar para conocer a un hombre y volver a enamorarme. Las charlas empiezan con algo que te enganche de la otra persona, tal vez una frase divertida o inteligente, alguna definición de tus emociones y no caer en preguntas superficiales porque enseguida la charla se diluye y deja de ser interesante. Reconozco que la ironía es un buen afrodisíaco. También están los que antes de hablar te piden una batería de fotos. Ellos son visuales, esa es la parte que menos me seduce”, cuenta Silvia.
En la película El amor menos pensado, Mercedes Morán y Ricardo Darín interpretan a una pareja de 25 años de casados que decide separarse una vez que su único hijo se va a estudiar al exterior, en lo que podría denominarse el síndrome del nido vacío. Durante el film se explora, entre otras cosas, cómo los protagonistas (que ya pasaron largamente los 50) comienzan a relacionarse con las redes sociales con la intención de conocer gente de su edad para entablar nuevos vínculos amorosos. Sin embargo, este tipo de situaciones -como relata Silvia- no solamente se dan en la ficción. Cada vez son más las mujeres y los hombres de esa edad que se lanzan a la aventura de navegar por Tinder, Happn y otras aplicaciones que permiten conocer gente.
¿Qué es Tinder, qué es Happn y cómo funcionan? Tinder es una de las aplicaciones de citas más populares del momento. Se baja al teléfono como cualquier otra app y hay que poner una foto en el perfil (o varias) y completar información personal como la edad, nombre (sin apellido) y es opcional poner gustos e intereres. Se elige si uno busca hombres o mujeres, en qué rango etario y a qué distancia de tu domicilio. Para usar Tinder hay que tener Facebook ya que toma bastantes datos del perfil de la red social.
Una vez que se crea el perfil, aparecen fotos del género seleccionado, junto con una pequeña descripción. Si la persona nos "gusta", deslizamos hacia la derecha, si no nos gusta, deslizamos hacia la izquierda. Sin importar para que lado deslicemos, enseguida saldrá otro perfil para revisar. Deslizar para la derecha significa que la persona "te gusta", por lo tanto, si esa persona también desliza hacia la derecha con tu perfil, eso significa que ambos "se gustan". Esto se llama "match" (coincidencia, en inglés) y más informalmente, se lo conoce como "matchear". Si hay "match" se habilita la posibilidad de chatear con esa persona y acordar una cita.
La aplicación Happn es similar pero tiene la particularidad de sólo mostrar perfiles que alguien se cruza durante el día. Por ejemplo, si una persona vive en Palermo, cuando esa persona abra la aplicación en su casa, verá gente de la zona. En cambio, si abre la aplicación en el colectivo viajando hacia Caballito, recibirá perfiles geolocalizados en este barrio. La modalidad es similar, deslizar a la derecha para indicar atracción y a la izquierda para descartar el perfil. Cuando las dos personas deslizan hacia la derecha, también se habilita la opción del chat.
Analía (58) está separada desde hace 18 años. A través de la recomendación de unas amigas, que también estaban solas, decidió crear su perfil en Happn y Tinder. “Nunca nadie me faltó el respeto, pero muchos de los hombres son muy obvios: están hablando con vos y al mismo tiempo con otras 20 mujeres y si hay alguien que les interese más te dejan de lado y a la semana retoman con un ´perdóname, estuve a mil´, una también entra en ese juego”, reconoce.
Emociones
Generalmente, se asocia esta nueva modalidad de conocer gente con las personas más jóvenes, quienes vivencian este tipo de citas casi a diario. Pero: ¿Qué ocurre con los mayores de 50? ¿Están predispuestos a vivir este tipo de experiencias? ¿Hay temores? ¿Qué pasa con la ansiedad?
En general, se inician en las aplicaciones más sencillas o conocidas buscando perfiles que sean similares, en radios cercanos a su domicilio, con afinidad también en los gustos. Contactan varios y luego continúan chateando con quienes se sienten más cómodos. Cuando se logra el encuentro, muchas veces cambia la perspectiva ya que algunas características de las personas distan de lo visto en en perfil de la aplicación. En algunos casos es positivo y da lugar a nuevas salidas, y en otros, es motivo de licuarse y desaparecer de forma secreta.
“Algunas personas están muy preparadas y rápidamente entienden la dinámica del dispositivo que, a modo de ventana, los comunica con el mundo exterior. Incluso, descubren ese gustito voyerista que les permite ver al otro, relacionarse a lo lejos, y en algunos casos acordar encuentros y salidas. Quienes esperan encontrar una relación especial y duradera, difícilmente esto suceda. En general, estos vínculos responden a una necesidad puntual de encuentro, relación fugaz y líquida, que se disipa rápidamente. El impacto que esto genera en la gran mayoría es una sensación de ansiedad y de vacío que se disfruta al inicio, pero a medida que avanzan en el tiempo no cumple con el fin de acompañamiento y dialogo cuando eso es lo que se busca”, explica Analía Almada, Consultora Integral en Psicología Clínica.
“El tema de las emociones es el más emblemático”, confiesa Silvia. “Yo soy súper emocional y a veces me ilusiono pero con el tiempo aprendés a manejar tan bien las emociones que terminás entrando en ese círculo de salidas impersonales y con poco compromiso”, agrega.
“Es verdad que conocer alguien da ansiedad y temores pero es necesario no anticipar expectativas para poder lograr encuentros en donde fluya el diálogo, la confianza de ir dando ciertos pasos sin apuro. Los vínculos que prosperarán serán aquellos en los que se darán tiempo para conocerse, para disfrutar de los momentos que se le presenten sin exigencias ni de imposiciones en donde cada uno se pueda permitir ir rompiendo ciertas barreras establecidas y animarse a una nueva experiencia”, sostiene Claudia Erlich, Coordinadora de Idea: centro del estrés y la ansiedad.
“Siempre siento ansiedad ante el primer encuentro, pero cuando es más habitual o cuando entiendo que ambos estamos en la misma situación, mi ansiedad baja. El tema es que no sabés con quién te vas a encontrar”, expresa Silvia.
“Posiblemente la adultez viene acompañada de un mayor nivel de madurez emocional, donde prima la racionalidad y se podría distinguir con más claridad si es una relación que pueda o no prosperar en el tiempo, dadas las experiencias de vida de cada uno. En este sentido, quizás, estos adultos tengan mejores herramientas de manejo emocional de la situación que los más jóvenes porque tienen ya resueltas diferentes etapas del propio ciclo vital: la situación laboral, la carrera realizada, ya no tienen que cuidar y criar hijos, etc., lo que permite definir mejor qué tipo de vínculo están buscando y de qué manera darle continuidad”, sostiene Mariana Kersz, licenciada en Psicología y Sexóloga.
¿Qué tipo de relaciones se buscan?
Hace 11 meses que Claudia (53) se separó de una pareja de 14 años. Y hace un tiempo empezó a conocer gente por estas redes. “Conocés todo tipo de gente con distintas propuestas. Todas las citas que tuve fueron en lugares públicos. Por más que tengas una conversación, no conoces a la persona ni sus intenciones. Es muy difícil saber el tipo de relación que se puede dar, hay gente para todo, pero yo creo que todo depende de la onda que pegás”, dice Claudia.
Hace 7 años que Néstor (54) se divorció de la mamá de sus hijas. “Cuando me separé solo buscaba parejas ocasionales y fue cuando mejores resultados tuve, pero cuando comencé a buscar algo más serio no tuve tanta suerte. Salí con 3 mujeres durante algo así como 6 u 8 meses pero no las consideré parejas”.
“Quienes busquen un touch and go, es la mejor vía de encuentro, ya que se transforma en una especie de recruiting por el mejor amante o quien me cause la mayor satisfacción, entrevista y selección de candidatos serían las palabras más asertivas para estos encuentros, en los que obtienen beneficio quienes buscan lo mismo. Aquellos que desean la versión anterior, una relación de encuentros, dialogo, salidas, compartir, vínculo duradero, no sería el que se ajuste a este perfil. Sucede que quienes dejan una relación de años, se divorcian o son viudos, o simplemente solteros que desean tener una relación, traen consigo acuñados algunos de estos conceptos de compromiso, la palabra, la explicación, y resulta una gran frustración la forma en que estas relaciones inician y finalizan”, puntualiza Almada.
“Si lo que se busca es desarrollar un vínculo, es poco probable que se logre a través de un touch and go, y sólo habrá sido una atracción física. Pero cuando ese encuentro generó además de lo físico otros intereses, como afinidades, gustos, emociones compartidas y deseos de repetir esos encuentros, será más probable que ese contacto vaya prosperando en el tiempo”, expresa Erlich.
Es importante que estos hombres y mujeres que navegan en este mundo del encuentro virtual sepan de qué se trata el juego ya que cuanto mayor información se tiene al respecto, mayor posibilidad de recuperación ante la frustración que se genera en algunos casos.
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